Desde el mundo sindical, aspiran que este primero de mayo, sea un punto de inflexión para la recuperación definitiva de la capacidad adquisitiva de los trabajadores activos, jubilados y pensionados y, enrumbar al país hacia un proceso productivo que permita alcanzar un estado de bienestar fundamentado en la estabilidad de la economía
Ciudad Bolívar._ Trabajadores venezolanos celebran este 1° de mayo, en medio de grandes expectativas, generando debates y movilizaciones en búsqueda de reivindicaciones salariales y mejores condiciones socioeconómicas, bajo perspectivas que, según análisis de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) o el FMI, estiman para este año, un crecimiento económico de 5,0 y 6,5 %, respectivamente.
El Día Internacional del Trabajador, celebrado en casi todos los países del mundo desde 1889, cuando la Segunda Internacional Socialista decidiera aprobarla como un día de “reivindicación y descanso” en homenaje a los “Mártires de Chicago”; en Venezuela, se ha constituido tradicionalmente en la ocasión para que los trabajadores reciban incentivos laborales.
El 1° de mayo se celebra en Venezuela desde el año 1936, no obstante, fue en 1945 que el entonces presidente Isaías Medina Angarita, lo decretó como día festivo y fecha para conmemorar la lucha por los derechos laborales y, para este año, se espera no sea distinto y se hagan anuncios importantes.
Este 2023 deviene como un punto en que la masa laboral venezolana, desea que el Ejecutivo Nacional se pronuncie en favor de un salario que reponga, al menos en parte, la capacidad adquisitiva del bolívar, severamente lesionada, por la inflación, especulación y devaluación frente al dólar estadunidense, ocasionando graves desajustes en el presupuesto familiar; luego de más de un año sin ajustar el sueldo mínimo oficial.
En el estado Bolívar, asiento de una importante fuerza laboral activa en las fábricas del acero y el aluminio de las industrias básicas de Guayana, han surgido propuestas orientadas a rectificar el deterioro del ingreso del trabajador.
Propuesta con base en “petros”
Pedro Perales, presidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST) del estado Bolívar, expresó que trabajadores de las empresas básicas de Guayana, marcharán en la ciudad de Caracas, este lunes Primero de Mayo, en apoyo al presidente Nicolás Maduro, y en respuesta al régimen de sanciones que ha afectado al país y a su clase trabajadora en general.
Perales precisó que desde la CBST, le hicieron llegar al Ministerio del Proceso Social del Trabajo, y al propio Presidente de la República, un conjunto de propuestas surgidas de cinco mesas de trabajo, que habían realizado en busca de soluciones colectivas a las problemática laboral que afecta a las industrias del holding CVG.
En la CBST confían en que el Presidente va a tomar en cuenta estas alternativas, entre las que está la indexación del salario en petros, lo cual se haría de forma progresiva y con base en la contratación colectiva, hasta lograr un salario justo. “Hasta ahora no tenemos un monto específico”
El presidente de la mayor central obrera de Guayana, señaló a las sanciones económicas estadounidenses y de sus aliados de la Unión Europea (UE) y al bloqueo económico de la situación por la que han pasado, asegurando que, “con el talento de la clase trabajadora ha sido posible superar los momentos más críticos” y, ahora, se preparan para una nueva etapa de las empresas y de bienestar para sus trabajadores.
Unidad para profundizar luchas
Desde la coordinación de la plataforma “Democracia Sindical”, Aquiles Salazar, expresa que “la convocatoria necesaria a la unidad como vía para profundizar la lucha y los reclamos de los elementos que perjudican sus conquistas laborales y sociales, es una de las expectativas que tienen amplios sectores laborales del país y particularmente en Guayana”.
Argumentó que “la primera reivindicación que exigen los trabajadores, es la derogación del Memorando 2792 que mantienen congeladas las discusiones de la convenciones colectivas y los tabuladores salariales”.
Significó que ese elemento junto a la Onapre “es uno de los impedimentos que tienen los trabajadores para nuevas conquistas salariales”; sin embargo -dijo- que de acuerdo a los índices inflacionarios del país, se estima que este Primero de Mayo, el Ejecutivo Nacional, aprobará algún reconocimiento de carácter salarial, para “palear” parte de la pérdida del poder adquisitivo que tienen los trabajadores.
El exlegislador regional, explicó que la comisión tripartita (gobierno-empresarios y trabajadores), terminó de considerar las variables que se deben tomar en cuenta para el aumento salarial, estimando un rango por debajo de lo que establece el índice inflacionario, que según el Cendas, para adquirir la canasta básica se necesitan entre 400 y 500 dólares y, “esa es la aspiración de los trabajadores”.
No obstante, indicó que “en el movimiento sindical venezolano existe conciencia que es factible que esa aspiración no sea alcanzada y se pueda convenir que progresivamente, durante el 2023, sea ese el objetivo a alcanzar, en tanto el ejecutivo nacional cumpla “con evitar que se dispare la inflación”, aunado a la recuperación del aparato productivo público y privado.
Salazar, manifestó que para dinamizar la economía nacional, “los trabajadores activos que son más de cinco millones de personas y otros cinco millones de jubilados requieren poder adquisitivo para acceder a bienes y servicios y al consumo, para que el ciclo económico se cumpla”.
Escepticismo en el magisterio
La profesora, María Josefina Guerra, presidenta del Colegio de Profesores de Venezuela (CPV-Seccional 11), se mantiene escéptica y considera de plano que los anuncios del presidente Maduro para el 1° de Mayo, “no van a satisfacer las necesidades de salario que aspira y esperan los trabajadores del magisterio venezolano”.
Aseguró que, ante esa realidad, van a seguir en las jornadas de lucha que iniciaron desde el nueve de enero de este año, “hasta tanto se le dé continuidad a las discusiones de la Tercera Contratación Colectiva Única y Unitaria”.
Empleo informal creciente
Unos de los aspectos a considerar a la hora de valorar el empleo en Venezuela, es el trabajo denominado “informal”, realizado por trabajadores sin acceso a la seguridad social.
Cifras extraoficiales, sostienen que el empleo informal en Venezuela, está por encima del 48%; lo cual, es una cifra muy significativa y con visos de seguir creciendo, puesto que, desde sectores empresariales denuncian el quiebre de pequeñas empresas por no poder soportar las altas tasa impositivas, sobre todo, en servicios públicos, como agua, aseo y electricidad.
En sentido general, en el ámbito laboral formal desde distintos centros de trabajo, aspiran a “un salario digno para poder subsanar las necesidades básicas y materiales, expresado en el 91 Constitucional”, como lo expresó Luis Medina, trabajador de Alcasa y representante de una importante masa laboral de esa factoría. Jesús González
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