Greis Villarroel, padre de cinco niños, está desde hace un mes en las adyacencias de la empresa Ferrominera Orinoco, en huelga de hambre debido a un “despido injustificado”, ordenado por la junta directiva.
Villarroel explicó que desde el 28 de agosto, cuando la directiva de Ferrominera decidió despedirlo sin motivo alguno, está acostado cumpliendo una huelga de hambre.
Desde entonces se encuentra acostado en una delgada colchoneta afuera de los portones de la industria del hierro.
Greis ha bajado alrededor de 15 kilos y luce un rostro demacrado y pálido por la falta de proteínas, cuenta que solo se mantiene con suero y agua de coco.
Despido injustificado
Varios compañeros de Villarroel, indicaron que su despido fue arbitrario, ya que de un grupo de 10 trabajadores, solo él fue dado de baja y no dieron motivo alguno del por qué el relevo.
“Si hubiese hecho algo malo que perjudicara a la empresa, me hubiera ido, pero no. Solo fue un ya no trabajas chao, sin explicación”, narra Villarroel pausadamente, casi con esfuerzo por su estado de debilidad.
Villarroel vive en Vista al Sol, San Félix y estuvo trabajando en la industria aproximadamente un año.
Esta abstinencia voluntaria que realiza por una reivindicación, Villarroel señaló que “vale la pena”, ya que lo hace por sus hijos.
Visita a Inspectoría
Asimismo, el huelguista indicó que sus familiares ya han expuesto su caso en la Inspectoría del Trabajo, donde la respuesta que ha recibido es que “hay que esperar, estamos trabajando en ello”.
También, el padre de cincos niños agradeció a miembros del Sintraferrominera, quienes están al tanto de su situación.
Por otro lado, pidió al presidente de Ferrominera, Isaías Suárez Chourio, que se “ponga la mano en el corazón” y resuelva su situación con un reingreso a la planta.
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