“Una despedida que es un hasta pronto”, así se expresó el Excmo. Mons. Ovidio Pérez Morales, obispo emérito de Los Teques, durante la homilía de la Misa exequial celebrada antes de la exhumación del Sr. Geo Natale Bianchini, presidente de la Fundación Betania y viudo de la principal vidente de la Virgen de Betania, la sierva de Dios María Esperanza de Bianchini.
“Esta Eucaristía es una acción de gracias a Dios por la vida del Sr. Geo, por lo que él fue e hizo. Su existencia fue un servicio eclesial en la labor evangelizadora, en el ejemplo, en su testimonio de vida. Le damos gracias a Dios por haber sido eje con María Esperanza de una familia cristiana, muy unida, un ejemplo de lo que la familia tiene que ser como espejo de la Trinidad Santísima.
Él fue eje de una familia no sólo humana, sino también divina. Un agradecimiento por haber sido esposo y compañero de una gran mujer que fue privilegiada del Señor con manifestaciones de la Santísima Virgen María y del mismo Señor, una persona escogida en cuerpo y espíritu para ser luz del mundo y como dice san Pablo buen perfume de Cristo, ella iluminaba y perfumaba”.
Mons. Pérez Morales también expresó que la vida de esta pareja había sido un regalo para el bien de la Iglesia, “porque los carismas Dios los da para la construcción de la Iglesia” y por haber sido la semilla para un movimiento y precursores del Santuario de Betania “centro de espiritualidad, de peregrinaciones, donde hubo Puerta Santa durante el año de la Misericordia, un lugar bendito de Dios”, manifestó.
El Excmo. Mons. Georges Kahhale, obispo exarca católico greco melquita en Venezuela, también se hizo presente para expresar sus condolencias y solicitar a todos los miembros de la Fundación Betania que siguieran trabajando para la unión de todas las Iglesias. Prometió a la sierva de Dios María Esperanza y al Sr. Geo Natale, a quien expresó considerar su amigo y hermano, ser fieles a la Virgen Reconciliadora de los Pueblos.
El padre Juan Carlos Silva, párroco de Santa Rosalía, se refirió a las Bienaventuranzas y cómo definían la vida de este gran hombre que tenía la convicción de que su vida y su esperanza estaban depositadas en el Señor. También mencionó que su fe en la divina providencia era heroica. Dijo ser testigo de la misericordia y el amor del Sr. Biachini, quien nunca juzgó a nadie pero rezó con insistencia por la conversión de todos.
Por su parte el padre Timothy Byerley, vicepostulador de la causa de beatificación de la sierva de Dios María Esperanza, declaró que el Sr. Geo Bianchini, su esposa dicha sierva y toda su familia son una gracia especial para Venezuela, un don para el mundo, para la Iglesia y un verdadero ejemplo para sanar las familias.
El padre Cadmus Mazzarella, representante de la comunidad de Betania X en Williamstown, NJ, EE.UU., exteriorizó que así como se tiene la imagen de san José como protector de la familia y dado que se necesitan ejemplos: “tenemos otra imagen de san José en nuestro querido Geo Bianchini.”
El padre Noel Francescci, párroco de la Iglesia Sagrada Familia de Nazaret y San Josemaría Escrivá de Balaguer, narró sus experiencias con el Sr. Bianchini y cómo él vivió pensando en los demás, cómo vivió la misericordia de manera concreta.
Padre Numa Rivero de la pastoral social de la Iglesia Santa Ana, agradeció el testimonio que el Sr. Geo y su esposa la sierva de Dios María Esperanza les dejan a todos y aseguró: “Contamos con una pareja santa en el cielo”.
El padre Jhonfer Camacho, vicerrector del Santuario de Betania, junto a las hermanas de la congregación Madre del Salvador, Sumo y Eterno Sacerdote, acompañaron en todo momento a la familia y allegados durante el jueves y viernes, en el velatorio y entierro.
Durante su homilía agradeció a la familia la oportunidad de oficiar una Misa por el Sr. Geo ya que era la manera de agradecer sus enseñanzas: “La partida del Sr Geo de esta vida nos da la ocasión de agradecer a Dios por todas las bendiciones que nos ha dado mediante su vida y su servicio junto a su esposa la sierva de Dios María Esperanza de Bianchini, al recibir la misión de la reconciliación en el Santuario de Betania”, expresó.
Una de sus hijas, la Sra. María Gracia Bianchini de Gebran agradeció a Dios por el extraordinario padre que tuvo y lo que más recordaba de él era el amor y sus consejos de ayudar al prójimo: “Todo lo que tenemos es porque Dios lo permite, así que hay que darse las manos, ser dóciles a la voluntad de Dios y dar lo mejor que se tiene por dentro.”
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