Upata: Pueblo chico, infierno grande

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Upata.- Upata es conocido por ser un pueblo tranquilo, pese a ello en los últimos días se ha convertido en un foco de peligrosa violencia, apoderado por antisociales que creyéndose dueños de las calles, asesinan a personas inocentes. Los habitantes de Upata se encuentran alarmados y se mantienen dentro de sus casas el mayor tiempo posible, para evitar ser sorprendidos por el hampa.

La noche del martes, aproximadamente a las 9:40, Reinaldo Israel Fuentes, de 21 años, se encontraba frente a su casa, ubicada en la calle Santa Fe del sector El Corozo, disfrutando de la brisa fresca de la noche, para luego irse a dormir.
Reinaldo no esperaba que varios sujetos pasaran por el lugar y tampoco que repentinamente dispararan contra su humanidad, dejándolo tendido en la acera sin vida.
El occiso fue alcanzado por dos impactos de bala; uno en el abdomen y otro en el rostro. Algunos allegados indicaron que fueron dos motorizados, otros informaron que los homicidas iban a pie, dispararon y salieron huyendo en veloz carrera del lugar.
Familiares de la víctima no quisieron dar mayores detalles de lo ocurrido, temen ser atacados por los mismos delincuentes que le arrebataron la vida a Reinaldo.

LAS AUTORIDADES
Funcionarios del Centro de Coordinación Policial N- 3 de Upata recibieron una llamada anónima notificándoles que en la calle Santa Fe estaba ocurriendo un hecho que alteraba el orden público. Al llegar al lugar se consiguieron con el cuerpo de Fuentes tendido frente a la residencia. Los oficiales acordonaron la zona mientras los agentes del Cicpc llegaban para realizar el levantamiento del cadáver. A los pocos minutos los sabuesos se presentaron para recolectar las evidencias que los lleven a identificar a los delincuentes que acabaron con la vida del joven upatense.

CONTRA LA VIOLENCIA
Ayer los upatenses realizaron una manifestación pacífica en contra de la ola de violencia que se ha apoderado de los diferentes sectores de la ciudad. Los manifestantes expresaron que viven en una constante zozobra, destacando que no quieren hacer ninguna denuncia, pues temen por sus vidas.
Los presentes explicaron que las autoridades deben comprometerse a aplicar medidas eficaces contra la delincuencia. Ya no se puede confiar en el pueblo tranquilo de Upata, que ahora se ha convertido en un verdadero infierno.

PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE
Upata dejó de ser aquel pueblito tranquilo donde las personas podían disfrutar sin las preocupaciones de las grandes urbes, sin temor a ser atacados por algún maleante. Ahora no solo deben vivir encerrados, sino que mientras transitan por las calles de la localidad, deben ir mirando hacia los lados, pensando en que algún malhechor puede estar al acecho, haciendo del refrán «pueblo pequeño, infierno grande» una realidad.

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