Es una enfermedad que el cantautor viene padeciendo desde enero de 2014, pero que no había dado a conocer a sus seguidores.
No fue sino hasta un programa con Ismael Cala en CNN donde manifestó que padecía cáncer de médula ósea, y entre lágrimas incontenibles contó lo difícil que se le había hecho conseguir sus medicamentos en Venezuela, para lo cual utilizó hasta las redes sociales.
«En febrero comencé el tratamiento. Lo comencé en Caracas, pero al principio no había los medicamentos», reveló Yordano quien dijo que tuvo que ir a Bogotá para adquirir las medicinas.
Refiriéndose a sus seguidores en las redes sociales, quienes le ayudaron con medicamentos aun sin saber que los solicitaba para él, dijo: «Le agradezco a todos los venezolanos por su solidaridad, aún sin saber que era para mí, personas que tenían las medicinas se comunicaron conmigo para ayudar».
En el programa de entrevistas de Ismael Cala, donde se abrió sobre su enfermedad comentó sobre lo que esta significaba y sus posibles consecuencias.
«Es una enfermedad de las células madres de la medula ósea. En la medula ósea hay muchas células, pero muchas no están maduras y no producen las células de la sangre apropiadas. Hay diferentes niveles. En mi caso no se producen plaquetas».
«Las consecuencias son posibles infecciones, derrames, sangramiento, si eso progresa puede ser leucemia», puntualizó.
«Llegué a tener solo 5 mil plaquetas y lo normal son 150 mil por no sé cuanto, es una cosa médica. Había riesgo de hemorragia. Los síntomas comenzaron el año pasado y eran hematomas espontáneos».
«Estoy en espera. En mi caso no podría ser un trasplante total por cuestiones de edad. Podría ser uno parcial sino se revierte el proceso. Es difícil, siento que soy otra persona. Siempre he sido una persona sana.
Para informar de una manera más completa a sus seguidores, Yordano emitió un comunicado que sería difundido por el Diario El Universal, donde explica los preparativos realizados para su operación hoy 23 de enero de 2015.
A continuación el comunicado:
«El pasado 5 de febrero, después de dos semanas de exámenes médicos, me fue diagnosticado un síndrome mielodisplásico, una afección que se produce cuando la médula ósea no genera suficientes células sanguíneas sanas, lo cual causa problemas serios de infección y sangramiento, necesidad de transfusión y, en los casos más complejos, puede transformarse en leucemia.
Actualmente me encuentro haciendo el protocolo médico para un trasplante de médula y ya culminé la mitad de mi quimioterapia, que he estado recibiendo en Caracas. Como cualquier venezolano, he enfrentado serias dificultades para conseguir medicinas, pero he contado con la ayuda de amistades que viven fuera del país y de donantes, con quienes estaré eternamente agradecido. Junto a mi esposa, Yuri Bastidas, pretendo crear una fundación, cuyo objetivo sea divulgar información y contribuir, a través de conciertos anuales, con unidades oncológicas del sector público.
A pesar de que el tratamiento me mantuvo separado de los escenarios, no he dejado de componer. El diagnóstico coincidió con el clima de conflictividad que envolvió nuestro país entre febrero y mayo, situación que me impulsó a difundir tres abrebocas de lo que será mi próximo álbum –»Manifiesto», «Quiero vivir» y «Un gran adiós»-, en los que extiendo mi apoyo al movimiento estudiantil y muestro algunas reflexiones sobre la preocupante situación política y social que vive Venezuela actualmente.
Esta semana viajé a Estados Unidos, donde ofreceré conciertos en Tampa (29 de agosto) y Miami Beach (30 de agosto); y luego iré a Nueva York a presentar mi show unipersonal Solo y de cerca. El 24 y 25 de octubre tocaré en el Teatro de Chacao, donde celebraré los 30 años de aquel álbum que lleva mi nombre y al que muchos se refieren como el «disco negro» por su carátula. Fue una obra importantísima para mí porque, gracias a canciones como «Manantial de corazón», «Aquel lugar secreto» y «Chatarra de amor», me acercó a un público con el que he estado en contacto durante tres décadas.
Mi vida ha dado un giro en este 2014, pero sigo con ganas de escribir canciones y cantarlas. Tengo mucha fe en que pronto estaré completamente recuperado. Seguiré trabajando en mi música, dándole voz a aquellos que desafortunadamente no la tienen y luchando por mi país, Venezuela.
Quisiera aprovechar para agradecer a mis hijas y a mis amigos, que han estado conmigo en todo momento. También, para dar las gracias al equipo que me ha atendido en el Centro Médico Docente La Trinidad y en su banco de sangre, a las unidades de oncología del Domingo Luciani y de la Universidad Central de Venezuela y a Bolivia Bocaranda (SenosAyuda), que tanto apoyo me han dado.
Por un tiempo, no daré declaraciones sobre mi estado de salud. Espero que puedan comprender los motivos.
Agradecido por sus oraciones y buenos deseos,
Yordano»
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