Desde hace una década se viene denunciando su presencia tanto en San Félix como en Puerto Ordaz
Una vivienda está a punto de caerse en el Campo A3 de Ferrominera Orinoco, sus residentes abandonaron el lugar y los vecinos están atemorizados por lo que pueda ocurrir.
«Las aguas de lluvia socavaron el terreno y abrieron paso por debajo de la casa y es posible que se venga abajo en cualquier momento», dice Humberto Keep, residente en el sector.
Las cárcavas siguen haciendo su trabajo paso a paso, en varios sectores de Puerto Ordaz. Desde hace varios años se vienen denunciando, pues cada día se van agrandando más y hasta que las autoridades no decidan resolver la situación el problema continuará, previéndose lo peor.
En la vía Venezuela -resaltó Humberto Keep- este socavamiento comenzó hace unos 6 años y aunque los vecinos denunciaron la situación y hasta se reunieron con las autoridades municipales e incluso han recibido a funcionarios gubernamentales, no se reciben respuestas para resolver este grave problema. Todo queda en informes.
Asimismo ha sucedido en San Félix y en otras zonas urbanizadas de Puerto Ordaz. Villa Granada es un ejemplo reciente, desde donde los vecinos reclaman atención.
Las precipitaciones empeoran los escenarios
También señaló Humberto Keep que «las precipitaciones también contribuyen a empeorar los escenarios, pues hay sectores que no cuentan con alcantarillas y todas las aguas pluviales desembocan en las cárcavas y hacen que cada día vayan tomando más espacio y aumentando el peligro para viviendas, peatones, avenidas y automóviles».
Cabe destacar que el sistema de drenajes de Ciudad Guayana ya cumplió su ciclo y es común ver cómo las tuberías de aguas servidas han hecho acto de presencia en muchos sectores de la ciudad. La calle Guasipati, Paseo Rotario, avenida Ciudad Bolivar, avenida Venezuela, avenida Atlántico y la avenida Principal de Castillito, son prueba de ello.
En opinión del entrevistado, «las tuberías fracturadas generan las cárcavas y estás afectan las viviendas cercanas que corren grave riesgo, y de allí que varias de ellas ya se encuentran en el aire».
Las autoridades, tal como ya lo señalamos, están al tanto de esta situación, que en algunos casos ya tiene más de una década denunciándose, y está en sus manos frenar el derrumbe de las viviendas afectadas. LV
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