El Comité Esperanza de Madre protestó la mañana de este miércoles 30 en las inmediaciones del Panteón Nacional, en el centro de Caracas, para reclamar acciones de búsqueda en favor de los desaparecidos en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Lisbeth Zurita, representante y vocera del Comité, señaló que desde 2021 se organizaron para encontrar a sus hijos o familiares desaparecidos en pasos o ciudades fronterizas entre Colombia y Venezuela. Actualmente la asociación está conformada por 40 mujeres.
En su caso, su hijo Enisael Job Contreras desapareció en Cúcuta cuando regresaba a Venezuela. Enisael viajó el año 2019 a Colombia dedicándose a la venta de víveres, cigarros y artículos de higiene en las minas de Puerto Inírida, en el departamento de Guainía. En julio de ese año, se comunicó con su madre y le dijo que iba a cruzar por el puente Santander (estado Táchira) para regresar al país. Desde entonces, Lisbeth Zurita no ha tenido más noticias.
“Desde ese momento no he sabido de mi hijo y ahora estoy pidiendo ayuda a las entidades. He colocado las denuncias, como todas. Ya la Fiscalía está al tanto del caso y otros comités nos están ayudando, como el Comité de la Cruz Roja (…) Mi hijo desapareció, es como si Cúcuta se abrió en dos y se lo tragó”, afirmó Zurita.
Esperanza de Madre ha documentado los casos de 41 jóvenes, seis de ellas mujeres. La asociación registró que 27 desaparecieron en la frontera colombo-venezolana, 10 en Colombia y otros cuatro en suelo venezolano.
La ONG FundaRedes, en su informe Curva de la Violencia 2022, documentó 334 desapariciones de venezolanos en las zonas fronterizas del país. 80 eran mujeres que, en su mayoría, se trasladaban hacia la frontera para emigrar a otros países huyendo de la emergencia humanitaria compleja. Desde 2019 hasta la fecha, FundaRedes lleva un registro de 531 personas desaparecidas en la frontera colombo-venezolana, pero el número podría elevarse a más de 700.
“Salvatore Mancuso reveló que en la frontera suroccidental venezolana hay al menos 200 víctimas que fueron ejecutadas y se encuentran en fosas comunes donde fueron arrojadas después de asesinadas estas personas, hechos que ocurrieron desde el año 2000 al 2004, cuando su reinado se imponía en este territorio”, afirmó en mayo de este año Luis Useche, gerente jurídico de FundaRedes.
Tal Cual
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