Madrid.- La célula responsable de los atentados en Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto, que dejaron 16 muertos, y más de 130 heridos, planeaban usar 100 kg del explosivo triperóxido de triacetona, (TATP) repartidos en tres camionetas en ataques más mortíferos, afirmó este jueves el diario catalán El Periódico.
Según la publicación, la información la habría aportado a la justicia Mohamed Houli Chemlal, el único sobreviviente de una explosión en la vivienda donde el grupo fabricaba el explosivo, en Alcanar, a 200 km al suroeste de Barcelona.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, rehusó confirmar la información interrogado al respecto por periodistas en Bruselas, alegando que el caso está bajo secreto de sumario. Tampoco lo hicieron fuentes judiciales.
El Periódico indicó que según la declaración de Chemlal, la explosión se produjo cuando miembros de la célula estaban en la fase de secado, parte final de preparación del explosivo y su intención, era repartirlo en veinte sacos de cinco kilogramos cada uno, para luego colocarlos en los tres vehículos y hacerlos estallar cerca de monumentos importantes de Barcelona, informó AFP.
Se trataría de una cantidad del explosivo mucho mayor que las usualmente incautadas por las policías en Europa en operaciones antiterroristas, que rara vez sobrepasan algunos kilogramos. Tras los atentados suicidas en el aeropuerto de Bruselas en marzo de 2016, los investigadores hallaron 15 kg de este inestable explosivo en un apartamento allanado.
El TATP (triperóxido de triacetona), conocido popularmente como «la madre de Satán», es utilizado por los yihadistas del grupo Estado Islámico porque puede fabricarse a partir de ingredientes que pueden comprarse en tiendas.
Fue utilizado en los atentados de París en noviembre de 2015, de Bruselas en marzo de 2016 y de Manchester en mayo de 2017, entre otros.
En la vivienda en Alcanar, «el suelo de la primera planta estaba completamente ocupado por la sustancia en fase de secado», según El Periódico.
Más de 100 bombonas de butano
Los investigadores encontraron también más de 100 bombonas de butano, pero siguen sin tener clara el uso que les daría la célula dirigida por el imán Abdelbaki Es Satty, muerto en la explosión, prosiguió el diario.
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